Mario Cáffaro
mcaffaro@ellitoral.com
Antonio Bonfatti será reelegido, este martes, presidente de la Cámara de Diputados en la tradicional sesión Preparatoria y sabe que enfrenta un
año donde las turbulencias políticas afectarán el funcionamiento del
Poder Legislativo. No obstante, aún no definió si será a no candidato a
diputado nacional en octubre. Hoy, divide su tarea al frente de la
Cámara con la titularidad del comité nacional del Partido Socialista.
—¿Cómo imagina el funcionamiento de la Cámara en un año electoral?
—Trataremos
de que funcionen, en primer lugar, las comisiones que es lo más
importante. A veces se hace referencia a la falta de sesión y pregunto
cuál era la necesidad de sesionar esta semana si no tenemos ningún
proyecto de ley para el tratamiento. Es abrir las puertas, encender
luces, movilizar el personal para una sesión de media hora. Lo
importante es que las comisiones funcionen, que realicen el análisis de
los diferentes proyectos presentados y a partir de allí la convocatoria a
sesiones. Así funcionamos el año pasado, tuvimos un año excepcional en
cuanto a producción y obviamente somos conscientes de que decae la
actividad en procesos electorales. Esto es histórico, no obstante,
trataremos de tener la mayor productividad posible.
—Sigue
habiendo tensiones o miradas muy diferentes entre ambas Cámaras y han
quedado muchos temas sin resolución. ¿Cuesta lograr consensos?
—Es
verdad, pero también que hemos avanzado en muchos otros temas y
aprobado muchas leyes. Éste es el juego de la democracia y del sistema
bicameral. Hay miradas de senadores que a veces tienen que ver con su
territorio, de los diputados que tienen que ver con provincia en su
conjunto, hay visiones que tienen que ver con las grandes ciudades y no
con las pequeñas poblaciones. Todo es parte de la diversidad que tiene
la provincia de Santa Fe.
—¿Cuál es la postura electoral del Partido Socialista para las elecciones de octubre?
—La
construcción de un frente de centro izquierda en la Argentina. Es un
capítulo pendiente y saltar esta falsa división que tanto mal nos genera
a los argentinos: el enfrentamiento entre unos y otros, entre la
corrupción y el ajuste. De las cuestiones económicas se puede volver
como hemos demostrado tantas veces los argentinos, pero cuando esta
famosa grieta se transforma en conflicto social las heridas quedan por
mucho tiempo. Volver a recomponer el tejido social y recuperar la
confianza no se hace de un día para otro.
—La grieta parece ahondarse, ¿un frente de centro izquierda tiene alguna posibilidad de concretarse este año?
—No
digo que vamos a tener resultados óptimos en términos electorales, pero
hay mucha gente que está atenta, que está esperando a ser convocada.
Nosotros somos partidarios de no dejar de lado nuestras ideas, de lo que
creemos que la nación precisa. No hay hoy un proyecto de Nación que nos
contenga a todos o a la gran mayoría. No podemos ir a los bandazos de
un lado para otro. Primero defendemos la industria nacional, después la
desprotegemos; defendemos la ciencia y la tecnología, después la
desprotegemos. Nos hace mucho daño. En definitiva, ¿qué país queremos?
¿dónde están los espacios para discutir el sistema de salud que vamos a
implementar en el país?; ¿qué sistema de educación? Se habla
permanentemente de eslóganes, pero hay que ponerse de acuerdo en el
cómo. ¿Qué hacemos con las energías renovables?, ¿cómo salimos de la
crisis energética que tiene Argentina?, ¿qué hacemos con la pequeña y
mediana industria del campo, de la ciudad, con el sector empresario, con
los trabajadores?; ¿cómo hacemos para que este país tenga, de una buena
vez por todas, una distribución de su población que no siga concentrado
gente en Capital y provincia de Buenos Aires. No se discute en ningún
lado, de lo único que se habla son de candidatos, de uno insultando al
otro; de aquel que era aliado y hoy es enemigo. Es más, de lo único que
hablamos es de lo que pasa en provincia de Buenos Aires y en Capital
Federal . ¡Qué me importa!, Vamos a definir desde el interior. Por eso,
rescato la reunión del martes de la Región Centro. En mis cuatro años de
gestión, no tuvimos posibilidades de reunirnos con el gobernador de
Entre Ríos porque la presidenta Cristina Fernández de Kirchner le decía
que no tenía que reunirse ni con Santa Fe ni con Córdoba. La Región
Centro tenemos que defenderla.
—¿Y el socialismo en Santa Fe?
—Sigue adelante con el Frente Progresista. Todo el mundo que ha integrado el Frente Progresista dice defenderlo en Santa Fe.
—¿El sello Frente Progresista se va a constituir en la elección de diputados nacionales?
—Veremos
qué decisión toma allí el radicalismo. Un sector ha decidido ir con
Cambiemos, otro ha decidido estar en el Frente Progresista.
—¿En comunas y municipios?
—Ya está resuelto que es todo Frente Progresista, eso se preserva.
—¿Bonfatti analiza ser candidato?
—Siempre
está en el análisis aunque eso está en el marco de mi partido.
Evaluaremos cuáles son las implicancias en cuanto a seguir con lo que
nos propusimos en la Cámara de Diputados, tener el desafío de ir a una
elección, pensar en nuevos nombres. Lo estamos evaluando. Por otro lado,
nadie ha definido un candidato, así que hay tiempo...
—¿El acuerdo Massa-Stolbizer condiciona al Partido Socialista?
—Progresistas
ha seguido existiendo, ha tenido reuniones, pero nosotros no
compartimos esto de que para lograr el fin vale cualquier medio. No
sabemos qué piensa Massa, entonces todos hablamos de candidaturas y no
de país. Queremos la construcción de un frente de centro izquierda y no
más de lo mismo.
—¿Progresistas sigue existiendo a nivel nacional?
—Es
más, salvo en provincia de Buenos Aires, en la mayoría de las
provincias, GEN, Libres del Sur y nosotros estamos en el mismo frente.
El tema autopista
El
Litoral consultó a Bonfatti sobre el destino que deberá tener la
autopista Santa Fe-Rosario tras la rescisión del contrato con Arssa.
—Hay
causas de parte del no cumplimiento de la empresa que tiene mucho que
ver con la tarifa. La tarifa fue siempre política y no adecuada a
costos. El sistema de peajes en la Argentina no funcionó porque siempre
hay una mirada pensada en quién la va a utilizar y no en el costo real
que significa ir actualizando la tarifa en función de costos reales.
Hoy, el Ejecutivo está en una disyuntiva: se hace la licitación y se la
concesiona o se la administra por gestión propia de la provincia y se
termina con esto. Son los dos escenarios que tiene que evaluar el Poder
Ejecutivo.
—¿La provincia estaría en condiciones de administrar el corredor?
—No
tengo dudas, el personal existe, tiene su experiencia en esto, hay
fondos como para poder sustentarlo y creo que se podría administrar por
gestión.
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