El presidente de la Cámara de Diputados, Antonio Bonfatti, dijo que
con el rumbo que indica el modelo económico el gobierno de Cambiemos "va
a chocar el país", al analizar la persistencia de variables como
pérdida del poder adquisitivo por inflación, caída del consumo, apertura
de importaciones, desempleo y pobreza en alza. "Si no rectifican esta
dirección, habrá problemas serios en el corto tiempo", vaticinó. Con
respecto a la situación de los diputados provinciales Rubén Giustiniani y
Silvia Augsburger, el ex gobernador aclaró que "nadie los expulsó" del Partido Socialista.
‑‑Pero el ministro de Energía, Juan José Aranguren ha dicho que quien
quiera cambiar el plan económico primero debe ganar las elecciones --le
planteó este Página 12.
La legitimidad de Balangione
‑‑Pero al país no se lo debe chocar. Si el desempleo crece cada día, el
gobierno tendrá que reaccionar, porque la sociedad ya está clamando para
que se le ponga un freno a esto. Estuve en la marcha de la CGT y vi
muchos empresarios también participando de esa expresión de protesta, y
gente que se sumó de manera espontánea. Obviamente, ganaron la elección,
pero esta etapa ya la vivimos en los '90 y creo que nadie quiere
repetirla.
El ex gobernador quiso en su análisis quitarle presión al Ejecutivo
provincial ante las paritarias todavía abiertas con el sector público.
"Es muy preocupante lo que está ocurriendo: por un lado el gobierno
nacional le pone un techo a las paritarias y por otro lado es una
aberración no cumplir con la paritaria docente que el gobierno nacional
debe convocar y acordar".
Y añadió: "Vemos una recesión creciente en la
provincia, con importaciones que preocupan, los despidos, el cierre de
algunas pymes y comercios, la caída del poder adquisitivo del salario.
Es un rumbo que si no se rectifica generará problemas serios en el corto
tiempo".
En ese marco general, el socialista defendió la gestión de Miguel
Lifschitz: "Santa Fe tiene ventajas comparativas, y por eso puede salir
al cruce de algunas situaciones como en el caso de Mefro Wheels y
Vassalli. Primero, que la provincia no tiene deudas sino acreencias, los
40.000 millones de pesos que Nación le adeuda aún; y por otra parte,
tiene una diversificación de la actividad económica que minimiza
cualquier impacto de la macroeconomía porque no depende del Estado
nacional, como sí le pasa a otras provincias".
Bonfatti voló ayer hacia Alemania, para participar de un cónclave de
partidos de centro izquierda de 82 países que están formando una nueva
alianza, superadora de la histórica Internacional Socialista. Viajó como
presidente del Partido Socialista argentino.
"Es un espacio que se
viene conformando con partidos progresistas, socialistas,
socialdemócratas y laboristas de todo el mundo, y en estos días se
constituirán las autoridades. La Internacional Socialista ha ido
desvirtuando su razón de ser, hoy necesitamos con urgencia plantear un
progreso democrático, social, ecológico, que contenga las necesidades de
todos. La Internacional no da cuenta de eso", explicó.
Y se acordó de sus socios en el Frente Progresista, la Unión Cívica
Radical, que sigue integrando la Internacional Socialista: "Pensar que
la UCR está allí y al mismo tiempo forma parte del gobierno de derecha
de Cambiemos con el PRO, no tiene sentido".
En tren de ese replanteo de espacios y posiciones, Bonfatti contestó
sobre la salida de Giustiniani y Augsburger del interbloque del Frente
Progresista, por pedido expreso de dos ex compañeros, Eduardo Di Pollina
y Rubén Galassi. Tras ello, Giustiniani dijo que se considera expulsado
hasta del propio PS. "De ninguna manera ‑contestó Bonfatti‑.
Simplemente se le pidió que no participe en las reuniones de
coordinación entre nueve bloques del Frente para programar y planificar.
Es que tenía la actitud de no dar opiniones y en el recinto, en los
temas más importantes, votar en contra. Por lo tanto, los partidos del
interbloque le pidieron que no sea parte de esa reunión. Nadie los
expulsó, ni del bloque, ni del PS, ni del Frente".
‑‑El pedido de apartamiento se leyó como una demostración de intolerancia.
‑‑Por eso digo que pueden seguir participando del Frente y pueden
plantear todos los disensos que quieran, como ya lo manifestaron y como
han ido en listas diferentes a las listas oficiales de la provincia. En
la última fueron por afuera del partido, con la candidatura de Mario
Barletta cuando ya había decidido ir con Cambiemos. Y nadie le dijo
nada. Pueden tener todo el disenso que quieran ‑contestó el titular del
PS.
"Lo que no creo conveniente ‑terció‑ es que (Giustiniani) participe
de una reunión donde se planifica algo para llevar al recinto y se
entere de la estrategia de un interbloque con el que su sector no
coincide con lo que estamos planteando. Esto es una norma elemental de
la política".
Por Luis Bastus
Fuente: www.pagina12.com.ar
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